Nuestra filosofía

Para llevar a cabo la tarea de atención en el domicilio, siempre tenemos en mente un sentido de la ética más agudo de lo normal hacia la persona a cuidar, ya que cuidamos de esta persona en su entorno, en su domicilio. En definitiva, entramos de lleno en su vida, en su casa, en su hogar, apenas dejándole espacio para su intimidad, debido al grado de dependencia que pueda tener, por tanto, esto nos exige tener mucho tacto.

Debido a esto y como personal dedicado a la atención en el domicilio, en adas tenemos en cuenta los siguientes factores:

  • El respeto debido hacia las personas con las que intervenimos.
  • Los asistentes, preservan la independencia de las personas y promueven su autonomía.
  • Los asistentes son conscientes de las repercusiones que su comportamiento puede tener en la vida de estas personas. En concreto, cuidan los objetos y bienes de estos, ya que están en su domicilio.
  • Discreción sobre los hechos de una casa por parte de las personas que prestan el servicio de atención en el domicilio.
  • Los asistentes establecen una relación personal de confianza y dan el soporte moral necesario a la persona atendida.
  • El asistente se encargará de recordar a la persona atendida o familiar responsable, en función del grado de dependencia de éste, de las condiciones para la calidad de su trabajo, los medios necesarios para desarrollarlo correctamente y los límites de las funciones asignadas.
  • Cada asistente personal realiza un informe diario donde anota todo aquello que considera relevante siguiendo las pautas marcadas para alcanzar los objetivos deseados. Esto ayuda a evaluar los objetivos y el proceso que se está llevando a cabo. Del mismo modo, estos informes sirven como instrumento para paliar tensiones que surjan en el trabajo diario del asistente.
  • El asistente ejerce su función dentro del marco de las familias, por ello mantienen el secreto profesional sobre cualquier aspecto de la misma.
  • La labor del asistente, es una labor muy ardua, que implica un gran desgaste de energía, por tanto, es imprescindible que el asistente tenga comunicación con la entidad responsable, en este caso adas, para aliviar las tensiones ocasionadas por esta actividad y así poder realizarla durante largo tiempo.

Para poder cuidar, hay que cuidarse